2017 CAMINANDO SOBRE LA PALABRA DEL AÑO
Día 7 - Cerca se oye mejor
Pasaje
Es Su Presencia la que produce: Plenitud de gozo (Sal 118:24 y 16:11), Paz y descanso (Lucas 24:36, Éxodo 33:14) Fortaleza (Isaías 42 y 66).
Oración
Buscamos ahora, La Presencia poderosa del Espíritu Santo, la cual nos vivifica y nos transforma en embajadores de vida. Oramos para ser bendición a nuestro alrededor. Que estemos llenos, para poder empapar con éstas aguas que saltan para vida eterna.
Desarrollo
• Es por Su gracia que estoy en Su Presencia
• En Su Presencia soy transformado
• En Su Presencia soy motivado
Comparta con el resto de la barca, que ha vivido o está viviendo acerca de la Presencia de Dios.
La Presencia de Dios, es tratada en la Biblia a través de varias figuras. Una de ellas, es EL RÍO. ¿Qué es éste Río? ¿Cuál es Su tamaño? ¿A dónde se dirige? ¿Qué provoca?
Un río sagrado salía de debajo del umbral... hacia el oriente. Cuatro veces se miden mil codos de su trayecto mientras las aguas se elevan hasta los tobillos (v. 3), las rodillas (v. 4), los lomos (v. 4), y finalmente hasta un sitio demasiado profundo como para poder atravesarlo. Alusiones a este río se encuentran en otros lugares de las Escrituras ( Jl 3.18; Zac 14.8; Ap 22.1), y se hace evidente su relación con el río del Paraíso (Gn 2.10–14; Sal 46.4). Los árboles que crecen a lo largo de las riberas del río (vv. 7, 12) proveen abundante fruto durante todo el año, como en Amós 9.13. Tales profecías sobre las aguas de las que fluyen bendiciones nos hablan de la obra del Espíritu Santo en las vidas de los creyentes (Jn 7.37, 38)
A medida que Ezequiel se introduce en el Río, éste se va extendiendo y llega el momento donde deja de tener control de la situación. Ahora el Río es tan caudaloso que no puede caminar, debe sumergirse a nado.
¿Hasta dónde te has sumergido? ¿Hay algo aún que debiera ser introducido a éste Río?
El Río va hacia el Mar Muerto
El Arabá es la depresión geológica sobre la cual yace el Mar Muerto. “Recibirán sanidad las aguas” se refiere al Mar Muerto, una masa de agua tan salada que nada puede vivir en ella. El río sana vivifica lo muerto, y aparece la vida. Esta es otra ilustración de la naturaleza vivificante del agua que fluye del templo de Dios. El poder de Dios puede transformarnos, no importa cuán corruptos y faltos de vida nos encontremos. Aun cuando nos sintamos confundidos y más allá de toda esperanza, su poder nos puede sanar. Podemos ser llevados por ese Río y sumergidos, bautizados por ésta Presencia bendecimos lo que tocamos. (Sal 46:4, Jn 7:37-39)
¿Qué ocurre con el Mar Muerto, al entrar en contacto con el Río de Dios?