2017 CAMINANDO SOBRE LA PALABRA DEL AÑO
Día 33 - Acerca de semillas, siembras y cosechas
Pasaje
A Jesús se le llama «la simiente» (Gn 3.15), a la Palabra de Dios se la designa como la «semilla» (Lc 8.11; 1 P 1.23), el crecimiento del creyente se compara con el de una planta (Jn 15), y la evangelización del mundo con la cosecha (Mt 13.30).
Desarrollo
Y estos son sólo algunos ejemplos del simbolismo sobre la «semilla de fe» que utiliza la Biblia, tema que se desarrolla en este estudio por uno de los más prestigiosos evangelistas de este siglo. Es muy conveniente que nos apropiemos firmemente de esta verdad, la esencia de la cual consiste en que lo poco que podamos ofrecer a Dios no limita las posibilidades de la fe. Cuando le damos algo de nuestras fuerzas, fe, recursos y habilidades, y lo depositamos en Él, como se siembra una semilla, recibimos la garantía de una fructífera cosecha. Ello forma parte del orden de la creación, tanto en la esfera de lo natural como de lo espiritual, y debe ser aplicado a la vida práctica.
1. Dios estableció el principio de la semilla y la ley de la siembra y la cosecha (Gn 8.22) Para vencer tus problemas, dar fruto y desarrollar tu potencial, sigue la ley divina del tiempo de la siembra y cosecharás.
2. Dale a Dios lo mejor de ti, imita Su ejemplo: el da lo mejor de si mismo (Jn 3:16).
3. Dios es bueno. ¡Sólo desea lo mejor para ti! (Éx 15.26) Escuchar lo que Dios dice trae bendiciones.
4. Debes darle una oportunidad a Dios (1 R 17.8-16) Tus ofrendas hacen que suceda algo conforme a los propósitos eternos de Dios.
5. Dios tiene recursos ilimitados y lo bueno es que los pone a tu disposición (2 Cr 25.9) Los suministros de Dios no escasean nunca; cuando das, te colocas en una posición favorable para tener más.
6. Dios tiene una manera de llenar tu necesidad, de resolver tu problema. Que tu fe se convierta en una semilla (Mt 17.19, 20) Cuando dejamos que nuestra fe en Dios actúe, se convierte en algo milagroso.
7. Dios desea que el mensaje de la Biblia abunde en ti (Jn 10.10) Cree que Dios quiere que tengas abundancia; alinea tus máximos deseos a los de Dios.
8. Dios sabe que cosecharás de acuerdo con lo que des. ¡El Señor quiere que esperemos un milagro a la hora de la cosecha! (Lc 6.38) Nuestras ofrendas no pagan una deuda que tenemos, son una semilla que sembramos; el dar y el recibir van juntos.
9. Hay una estación de Dios para todas las semillas que siembras, ya sean buenas o malas (Gl 6.7-9) Ya sean buenas o malas, las semillas que sembremos traerán frutos, unas enseguida, otras más tarde.
10. Tu fe en Dios es la clave de lo que recibes (Mc 11.22-24) La esperanza abre tu vida a Dios y te permite recibir todo lo bueno que viene de Él.
12. Sé sabio en cuanto a dónde siembras tus semillas de fe. Dios multiplica las sembradas en buena tierra (Mc 4.1-20) Tenemos la responsabilidad de sembrar nuestras ofrendas donde den frutos para Dios.