2017 CAMINANDO SOBRE LA PALABRA DEL AÑO

Día 38 - El Dios de la productividad

Día: 38 - Semana: 6 - Autor: Pr. Bernardo Affranchino

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Pasaje

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Génesis 1:28


Desarrollo

Este tema implica extendernos, ensancharnos y abarcar nuevos espacios, aceptando los desafíos y comprometiéndonos en ser fieles.

Cuando Jesús andaba en al tierra y sanaba a los enfermos, les devolvía, además, su productividad dándole la oportunidad para que puedan insertarse en la sociedad nuevamente.

Él no es deudor de nadie, todo lo que sembramos e invertimos en su obra nos vuelve multiplicado al ciento por uno.

  • El interés de Dios en nuestra economía.

Muchos creen que Dios no está interesado en su economía y se ocupa de batallar por ella, esto es un argumento generado por el diablo que está interesado en que no prosperemos para que no invirtamos en la obra de Dios.

Tenemos que sacar la mentalidad de esclavo de lo económico; de aquel que se conforma, que se resigna, que no se proyecta, que no sueña, que vive dependiendo de lo que los otros le puedan dar. Buscamos sabiduría para administrar bien lo que tenemos hoy, sin perder la expectative de la fe en lo que Dios hace con cada siembra.

Hay cristianos con mentalidad del esclavo, de aquel que espera salir de una situación de estrechez de forma casi “mágica” Dios hará Milagros en la economía de el que confía en Él sin dejarlo afuera de ese milagro, trabaja con todas tus fuerzas y confía en que Dios pondrá lo suyo para que veamos resultados extraordinarios, que nos superan y que solo pueden ser explicados por la presencia de Dios en el asunto.

Dios quiere darnos una mentalidad real, que se proyecta, que avanza, que sueña, que administra lo que Dios pone en sus manos y lo hace producir, que da frutos en cada área de su vida.

La necesidad de salvación afecta todas las áreas de la vida.

Él vino a darnos una vida de prosperidad y abundancia.

Si el diablo es el ladrón Jesús es el que vino a deshacer las obras del diablo, todo lo que nos fue robado se nos ha de reintegrar.

El enemigo vomitará lo que consumió, Dios nos restituirá aquello que fue dañado.

  • No tener temor al dar.

La hostoria de la viuda y Elías es una de tantas en la Biblia que muestran que muchas veces, mi lectura de lo que tengo y la Mirada de Dios acerca del asunto, puden ser diferentes (1ª Re. 17:8-16). Muchos creen que las situaciones difíciles o de crisis son impedimento para darle a Dios, sin embargo por experiencia digo que que si necesito un milagro en mi economía, major me acerco al lugar donde esas cosas pasan: el territorio de la fe.