Jeremias



Pasaje

“Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos” (2:19)


Oración

Ayúdame a cumplir con Tus planes, aún cuando fueren extremos.


Declaración

Jeremías como nadie, fue llamado a exhortar al pueblo de Dios a que se aparte de sus pecados y vuelva a Él. Le escribió a Judá (el reino del sur) y su ciudad capital, Jerusalén alrededor de 627--586 a.C. Situemos el ministerio de Jeremías en el tiempo: Sofonías comienza a profetizar en el 640, Jeremías comienza a profetizar 627. Josías muere en batalla 609 y Daniel es llevado cautivo en el 605. Ezequiel comienza a profetizar en Babilonia 593. Judá cae: Jerusalén destruida; fin del ministerio de Jeremías 586. Regresan los primeros cautivos a Judá 538.

Desarrollo

Desarrollo A los ojos de Dios Jeremías fue una de las personas de más éxito de toda la historia. El éxito, bajo el parámetro de Dios, abarca la obediencia y la fidelidad. A pesar de la oposición y del costo personal, Jeremías proclamó con valor y fidelidad la Palabra de Dios y fue obediente a su llamado. El libro de Jeremías comienza cuando Dios lo llama a ser profeta. Los siguientes 38 capítulos son profecías acerca de Israel (la nación unida) y Judá (el reino del sur). Reflexión ¿Qué es ser exitoso? La mayoría de las definiciones hacen referencia a alcanzar metas y a adquirir riqueza, prestigio, favor y poder. Las personas de “éxito” disfrutan de la buena vida: seguridad financiera y emocional, rodeada de admiradores y gozando el fruto de su trabajo. Son líderes, personas que crean opiniones e implantan modas o tendencias. Imitan su ejemplo, admiran sus logros. Saben quiénes son y a dónde se dirigen, avanzan con confianza para alcanzar sus metas. En base a estos patrones, Jeremías era un miserable fracasado. Jeremías vio que la religión consistía esencialmente en una relación espiritual, que generaba cambios en la vida, una relación que requería de la devoción personal de cada individuo. Cada persona es responsable de sus propios pecados. El nuevo pacto (31:27) es un vínculo espiritual que se establece entre Dios y el individuo. Se trata de una nueva relación de dependencia a través de la cual Dios inscribe los preceptos de la Ley en el corazón, perdona las iniquidades humanas y hace olvidar la memoria del pecado. Todo ello se cumpliría con la encarnación de Cristo y el evangelio que Él predicó. Mucho del mensaje de Jeremías debe su relevancia a que es válido para todos los tiempos. El pecado siempre debe ser castigado, pero el verdadero arrepentimiento trae salvación. Nuestra idolatría puede llamarse riqueza, talento y posición social, o de cualquier otra manera, pero el pecado y su remedio siempre son los mismos. Dios.