1° Reyes



Pasaje

“Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel” (9:4-5).


Oración

Un viejo himno, dice “rindo todo a Ti” y hoy lo canto en Tu Nombre Jesús, mis mejores ideas, no alcanzan a Tu sabiduría.


Declaración

1 de Reyes, busca hacer un contraste entre las vidas de aquellos que vivieron para Dios y aquellos que rechazaron hacerlo a lo largo de la historia de los reyes de Israel y de Judá. El autor es desconocido. Posiblemente Jeremías o un grupo de profetas. Cubre un período de la historia de Israel que va desde el año 970 a.C. hasta el 850 a.C.

Desarrollo

Los principales sucesos en 1 Reyes son la muerte de David, el reinado de Salomón, la división del reino, y el ministerio de Elías. Cuando Salomón sube al trono, David lo exhorta a obedecer las leyes de Dios y a andar “en Sus caminos” (2.3). Esto mismo hizo Salomón: cuando se le dio la oportunidad de escoger regalos provenientes de Dios, humildemente pidió discernimiento (3.9). Por tal motivo, el reinado de Salomón comienza con gran éxito, incluyendo la construcción del templo, su más grande logro. Desafortunadamente, Salomón tuvo muchas esposas y concubinas paganas que a la larga hicieron que su corazón se apartara del Señor y se acercara a sus dioses falsos (11). Roboam sucede a Salomón y tiene la oportunidad de ser un rey justo, compasivo y sabio. Pero por el contrario, acepta el mal consejo de sus amigos jóvenes y trata de reinar con mano de hierro. Pero el pueblo se rebela, y el reino se divide en diez tribus al norte (Israel), gobernadas por Jeroboam, y sólo Judá y Benjamín permanecen con Roboam. Ambos reinos forjan una senda de reyes corruptos e idólatras en que sólo la voz clara de los profetas continuamente advierten a la nación que deben regresar a Dios. En medio del libro, emerge la figura de Elías. Es con seguridad uno de los más grandes profetas que han existido, y los capítulos 17 al 22 ilustran su conflicto con los malvados Acab y Jezabel en Israel. En uno de los más dramáticos enfrentamientos en la historia, Elías derrota a los profetas de Baal en el Monte Carmelo. A pesar de una oposición increíble, Elías se pone de parte de Dios y prueba que uno más Dios es mayoría. Si Dios está de parte nuestra, nadie podrá estar en contra nuestra (Romanos 8.31). Reflexión La sabiduría, el poder y los logros finalmente no vienen de ninguna fuente humana. Provienen de Dios. Sin importar lo que dirijamos o gobernemos, no podemos hacerlo bien cuando ignoramos los principios de Dios. Ya sea que seamos líderes o no, la eficacia depende en escuchar y obedecer la Palabra de Dios. No permita que sus deseos personales distorsionen la Palabra de Dios.