2° Timoteo



Pasaje

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2:15)


Oración

Gracias Señor por aquellos que nos guiaron hacia Ti y nos impulsaron en la fe. Ayúdanos a pagar esa deuda, haciendo lo mismo por otros.


Declaración

El apóstol Pablo, escribió ésta carta a su discípulo Timoteo, con el objetivo de dar instrucciones finales y aliento a éste joven pastor de la iglesia en Éfeso. La fecha de escritura es alrededor del 66 ó 67 d.C. desde una prisión en Roma. Después de uno o dos años de libertad, Pablo fue arrestado nuevamente y ejecutado en el tiempo de Nerón.

Desarrollo

Uno de los hombres más conocidos, influyentes y amados de la historia del cristianismo fue el apóstol Pablo. Y tenemos sus famosas últimas palabras. Pablo está enfrentando la muerte. No está muriendo de enfermedad en una cama de hospital rodeado de sus seres queridos. Está muy vivo, pero su estado es terminal. Convicto como seguidor de Jesús de Nazaret, permanece en una prisión romana, separado del mundo, con solo uno o dos visitantes y sus materiales para escribir. Sabe que pronto será ejecutado (4:6), por lo tanto escribe sus pensamientos finales a su “hijo” Timoteo, entregándole la antorcha del liderazgo, recordándole aquello que realmente es importante, y animándolo en la fe. Piense cómo habrá leído y releído Timoteo cada palabra. Este es el último mensaje de su querido mentor: Pablo. Esta es la última y más conmovedora carta del apóstol.

Reflexión

Frente a la oposición y a la persecución, Timoteo tuvo que cumplir con su ministerio sin temor y vergüenza. Pablo lo exhorta a utilizar con denuedo los dones de la predicación y la enseñanza que el Espíritu Santo le ha dado. Mientras servimos a Cristo podemos contar con que habrá oposición, sufrimiento y penalidades. Pero esto demuestra que nuestra fidelidad estará teniendo su efecto en otros.

Pablo y Timoteo fueron activos en predicar y enseñar las buenas nuevas de Jesucristo. Pablo estimula a Timoteo a no sólo llevar la antorcha de la verdad sino también a entrenar a otros, traspasándoles la sana doctrina y el entusiasmo por la misión de Cristo.

Esta epístola es un manual para ministros jóvenes. La Iglesia necesita más Timoteos decididos a defender el evangelio como un depósito sagrado que se les ha confiado, fieles en proclamarlo, listos a sufrir por él y que se lo pasen a seguidores fieles.

Pablo termina con peticiones personales y asuntos de información. En estas palabras finales, revela su soledad y su amor ferviente por sus hermanos y hermanas en Cristo.

Nunca ha existido otra persona como Pablo, el apóstol misionero. Fue un hombre de profunda fe, amor constante, esperanza permanente, convicción tenaz y profunda visión. Y fue inspirado por el Espíritu Santo para darnos el mensaje de Dios. A medida que lea 2 Timoteo, tenga presente que está leyendo las últimas palabras de este gran hombre de Dios, últimas palabras a Timoteo y a todos los que declararían seguir a Cristo. Vuelva a comprometerse a permanecer con valor ante la verdad, conociendo la Palabra de Dios y siendo fortalecido por el poder del Espíritu Santo.