Tito



Pasaje

“Por esta causa te dejé en la isla de Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé” (1:5)


Oración

Señor, ayúdame a ser de bendición a los futuros líderes de Tu iglesia.


Declaración

Aunque en el Nuevo Testamento no se hace mención alguna de un ministerio de Pablo en Creta, pasajes como 1:5 indican claramente que el apóstol y Tito habían llevado a cabo un trabajo misionero en esa comunidad. Esta campaña se desarrolló probablemente durante los años 63–64 d.C., al ser Pablo liberado de su primera prisión en Roma. Como no tenía mucho tiempo, Pablo dejó a Tito en Creta para atender las iglesias y partió hacia otros campos de labor. Desde algún lugar de la ruta que iba a Nicópolis de Grecia (3:12), le escribió a Tito. La carta contiene evidencia de haber sido redactada durante el otoño, probablemente del año 64 d.C. (véase 3:12).

Desarrollo

La carta exhibe algunas afinidades con 1 Timoteo. Están dirigidas a hombres jóvenes a los cuales se les había asignado posiciones de responsabilidad y liderazgo en sus respectivas iglesias durante la ausencia de Pablo. Ambas se ocupan de las calificaciones de aquellos que han de dirigir y enseñar a las iglesias. Las amenazas que enfrentan las nuevas iglesias son las mismas. Tito aborda tres grandes temas: la organización de la iglesia, la sana doctrina y la vida en santidad. Tito debía ordenar ancianos en cada ciudad donde existiera un núcleo congregacional. Debían ser personas de buenas cualidades morales, sólidas en cuestiones de principios, sostenedoras de la verdadera doctrina apostólica y capaces de refutar a los perseguidores.

Reflexión

La gente se reunía para escuchar las enseñanzas de Pablo. Tenía educación, contenido en sus prédicas, estaba motivado y lleno del Espíritu Santo. Este hombre con fidelidad a su creencia proclamó las buenas nuevas a través de todo el Imperio Romano, las vidas fueron transformadas y las iglesias se establecieron. Pero Pablo sabía que la Iglesia debe ser edificada sobre Cristo, no sobre una persona, y además sabía que al fin y al cabo no estaría siempre para edificar, animar, disciplinar y enseñar. Por eso entrenó a líderes jóvenes para asumir el liderazgo luego de su partida. Pablo los exhortó a centrar sus vidas y ministerio en la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16) y entrenar a otros para llevar adelante el ministerio (2 Timoteo 2:2).

Tito fue un creyente griego. Enseñado y nutrido por Pablo, permaneció delante de los líderes de la iglesia en Jerusalén como un ejemplo viviente de lo que Cristo estaba haciendo entre los gentiles (Gálatas 2:1). Como Timoteo, fue el compañero confiable de Pablo en sus viajes y uno de sus amigos más cercanos. Más tarde llegó a ser el embajador especial de Pablo (2 Corintios 7) y finalmente, el veedor de las iglesias en Creta (Tito 1:5). La epístola de Pablo a Tito es breve, pero es un eslabón importante en el proceso del discipulado que ayuda a un joven a crecer en el liderazgo de la iglesia. Al leer esta epístola pastoral, usted discernirá la organización y vida de la iglesia primitiva y encontrará principios para aplicar en la estructura de las iglesias contemporáneas. También verá la lección de cómo ser un líder cristiano responsable. Lea la epístola de Tito y determine ayudar a hombres y mujeres que guíen y enseñen a otros.