Evangelio según Marcos 1° Parte



Pasaje

“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (10:45).


Oración

Señor quiero imitarte en todo. Hoy te pido que me ayudes a practicar la humildad.


Declaración

Marcos escribió su Evangelio después de la muerte de Pedro y de Pablo, hacia el año 67 d.C. Escribe para los cristianos gentiles, especialmente para los romanos. Marcos supone algún conocimiento previo de la fe cristiana por parte de sus lectores. Juan el Bautista, el bautismo y el Espíritu Santo se mencionan sin comentario, no supone el conocimiento de las Escrituras judías. Cita solamente un pasaje del Antiguo Testamento (1:2) y además, regularmente explica las costumbres judías y la geografía.
Los lectores gentiles de Marcos enfrentaban persecuciones y martirio. Les escribió su Evangelio para fortalecer y guiar a los creyentes romanos a lo largo de las terribles persecuciones de Nerón. En primer lugar, sus lectores necesitaban saber que Jesús también había sufrido. Pero también necesitaban saber que Jesús, después de sufrir, había triunfado sobre el sufrimiento y la muerte.

Desarrollo

El evangelio de Marcos, no es una biografía de Jesús, como Mateo o Lucas, puesto que no recrea su historia familiar o su carrera. En lugar de esto, este libro es un registro de hechos y hazañas de Jesús. Presenta a Jesús como Rey salvador, que vence a los demonios, la enfermedad y la muerte. El énfasis en las poderosas y milagrosas obras de Jesús hace que este Evangelio esté lleno acción, sea fresco y vívido. Marcos usa siempre el tiempo presente para crear la impresión del relato de un testigo ocular, del tipo presentado por un reportero desde el lugar de los hechos. Y, como un reportero, habla directamente al lector. Usa preguntas retóricas que los lectores, probablemente, habrían hecho por sí mismos, tales como: “¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (4:41). A veces se dirige a su público con palabras de Jesús. “Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad” (13:37). Marcos quiere transformar a los creyentes con su reportaje, no informarlos simplemente.

Reflexión

Jesús no llegó sin anuncio previo ni en forma inesperada. Los profetas del Antiguo Testamento anunciaron con toda claridad la venida de Aquel, enviado por Dios mismo, que ofrecería salvación al mundo entero. Luego vino Juan el Bautista y anunció que el Mesías “largamente esperado” había finalmente llegado y pronto estaría en medio del pueblo.

Jesús tenía todo el poder del Dios Todopoderoso: resucitó a los muertos, dio vista a los ciegos, restauró los cuerpos deformes y calmó los mares tormentosos. Pero a pesar de ese poder, vino como siervo. Podemos usar su vida como un patrón para saber cómo vivir el día de hoy. Como Jesús sirvió a Dios y a otros, así debemos hacerlo nosotros.

Jesús vino como siervo y muchos no lo reconocieron ni lo aceptaron como el Mesías. Nosotros también debemos ser cuidadosos y no rechazar la voluntad de Dios solo porque su presencia no se ajuste a nuestra idea de cómo debe ser Él.