Salmos 2ª Parte



Pasaje

“Al Señor esperé pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.” (40:1-2)


Oración

Te alabo Señor porque no estoy solo jamás. Tu brazo tiene el largo necesario, para sacarme del hoyo que sea.


Declaración

Estamos mirando el libro en tres días y agregaremos algo más del propósito de Dios al darnos éste libro maravilloso. El libro de los Salmos es una colección de cantos y poemas muy personales. Conforme el libro creció a través de los siglos, los judíos adaptaron su contenido para la adoración colectiva así como para sus devocionales personales. En esta colección hallará oraciones de sufrientes, himnos de alabanza, confesiones de pecado, confesiones de fe, himnos de la naturaleza, cantos que enseñan historia judía, y en cada uno el punto focal de la fe es el Señor. Sea que el escritor esté mirando hacia el pasado en la historia, o hacia arriba a los cielos, o a su alrededor a sus problemas, antes que todo mira por fe al Señor. Los salmos nos enseñan a tener una relación personal con Dios al decirle nuestras aflicciones y necesidades, y al meditar en su grandeza y gloria.

Desarrollo

Esperar la ayuda de Dios no es fácil, sin embargo David recibió cuatro beneficios por hacerlo: (1) Dios lo sacó de la desesperación, (2) colocó sus pies sobre peña, (3) enderezó sus pasos, y (4) puso un cántico nuevo de alabanza en su boca. A menudo las bendiciones no pueden recibirse a menos que pasemos por la prueba de la espera. Dijo David que “sacrificio y ofrenda no te agrada”. Los rituales religiosos en los días de David incluían el sacrificio de animales en el tabernáculo. David dice que estos actos carecían de significado a menos que se hicieran por las debidas razones. En la actualidad, a menudo llevamos a cabo rituales como ir a la iglesia o tomar la eucaristía. Estas actividades están vacías si nuestras razones para hacerlas son egoístas. Dios no quiere esos sacrificios y ofrendas sin una actitud de entrega a Él. El profeta Samuel le dijo al rey Saúl: “El obedecer es mejor que los sacrificios” (1 Sam 15:22). Los versículos 9 y 10, nos muestran a David declarando que hablaría acerca de la fidelidad y salvación de Dios a quienes le rodeaban. Cuando sentimos el impacto de la justicia de Dios en nuestra vida, no podemos mantenerlo oculto, sino que queremos contarles a otros lo que Dios ha hecho por nosotros. Si la fidelidad de Dios ha cambiado su vida, no sea tímido, cuente lo que Dios ha hecho en usted. A este salmo se le ha llamado “el salmo cristiano”, porque mira hacia adelante al nacimiento de Cristo. En Hebreos 10 se citan los versículos 6–8 y se aplican a Jesucristo. Históricamente el salmo brotó de una crisis en la vida de David. Estaba en “el pozo de la desesperación” y clamó a Dios, y Él lo libró. En los versículos finales (11–17) David acude a Dios por más ayuda puesto que nuevos enemigos le acechan. Cuánta fortaleza hay en el versículo 17: “Jehová pensará en mí”.