Camino a la Cruz 2019

Día 6 | 1 Corintios 1:18

Día: 6 - Semana: 1 - Autor: Pr. Bernardo Affranchino

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Pasaje

“Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.”


Oración

Hoy renuevo mi pacto contigo Jesús. Quiero pasar por la cruz de cada día y ser una persona dispuesta a la entrega por los demás, especialmente por los de mi casa. Sé que no podré hacerlo, sin mantenerme a Tus pies, por eso la renovación del pacto, es contigo. Oro por el clima durante el día viernes y el día sábado de semana santa, que no se presenten lluvias en todo el día y aún el clima te sirva, mi Señor.


Declaración

Comenzamos ésta semana hablando de que la cruz está un poco fuera de moda, aún en la iglesia cristiana. No parecen tiempos en los que haya que hablar de sacrificio o entrega, ni aún por la familia, sino que escuchamos frases que tienen que ver con hacer lo que me parece o solo aquello que me gratifica. Pareciera que no nos está yendo muy bien con ésta receta.

Desarrollo

Viajemos a la ciudad de Corinto en el primer siglo.

En ese tiempo, la crucifixión –invento de los

romanos- era un asunto de vergüenza, de burla y

ridículo. Estaba reservada sólo para los crímenes de mayor

bajeza y par los delincuentes más odiados. Para los

judíos era algo que detestaban. Deuteronomio 21:23 dice

que maldito por Dios es el colgado en un madero.

Además, en este tiempo de la historia, no existía el arte

cristiano. A nadie que hubiera visto una crucifixión se le

hubiera ocurrido hacer de ella una pieza de arte o una prenda

de joyería. La imagen que ella provocaba era espeluznante.

Tomando en cuenta la vergüenza, la humillación y el escándalo
que representaba la cruz, los creyentes corintios
pensaron que era mejor olvidarse de ella y avanzar buscando
otras cosas. Ellos estaban fascinados con muestras
de poderes espirituales, los dones de lenguas, los milagros
y la sabiduría de los filósofos incrédulos. No querían las
noticias de un judío muerto vergonzosamente, sino querían
disfrutar y exhibir un poder espiritual que los elevara
a algún estado espiritual superior a los demás. Querían un
Cristo sin una cruz.
¿Cómo responde Pablo a todo esto? Su respuesta nos dice
que ir más allá de la cruz no es avanzar, sino abandonar a
Cristo. El mensaje de la cruz es absoluto y está por encima
de cualquier sabiduría humana.