CASA DE PAZ

“Porque el esposo es cabeza...

Día: 4 - Semana: 1 - Autor: Pr. Bernado Afranchino

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Pasaje

“Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo”. (Efesios 5:23).


Desarrollo

La iglesia es el cuerpo de Cristo, y él es su cabeza, por lo tanto, no se puede separar el uno del otro. En esta unidad de cabeza y cuerpo, Cristo, la cabeza, dirige el crecimiento del cuerpo para sí. El no es simplemente la fuente del ser del cuerpo, sino también la consumación de su vida.

La cabeza no se considera como asiento del intelecto, sino como la fuente de la vida. Cuando se habla de Cristo como cabeza de su cuerpo, o sea la iglesia, y cuando se habla del hombre como cabeza de la mujer, predomina el significado básico de la cabeza como la fuente de la vida y la energía.

La idea de la sumisión de la esposa no es muy popular hoy en día. Pero ¿qué tal si, dejando a un lado los prejuicios, intentamos hacer algo más radical que una simple lectura feminista de lo que el apóstol Pablo intenta trasmitir al hablar de la necesidad de que la esposa se sujete a su marido?

Una buena pregunta, entonces sería: ¿Qué significa que el marido es cabeza de su mujer? El marido como “cabeza” es llamado a abandonar su egoísmo al darse a su esposa “así como Cristo amó a su iglesia” y se entregó a sí mismo por ella. Este amor que tiene como modelo la entrega de Jesucristo por su iglesia es la dinámica que establece la unidad de la pareja. El llamado es, por lo tanto, al sacrificio y no al dominio, al cuidado amoroso. Ser cabeza significa quitar de sobre la esposa la carga innecesaria, la responsabilidad de dirigir, cuidar y proveer para el hogar, esposa e hijos en lo físico, y en lo espiritual.

El esposo deberá asumir su irremplazable papel de liderazgo en el matrimonio a partir de lo que es Cristo en su relación con la iglesia. El liderazgo es el llamado divino a un esposo para que asuma la responsabilidad primordial de ser como Cristo: en su hogar debe ejercer su liderazgo, protección y provisión como un siervo.

Así como el marido es una sola carne con su esposa, Cristo es un solo cuerpo con la iglesia. Cuando el esposo alimenta y cuida a su esposa, se alimenta y se cuida a sí mismo; y cuando Cristo alimenta y cuida a la iglesia, se alimenta y se cuida a sí mismo.

Karina López de Garcia