EN FAMILIA
Efesios 5:21-33
Desarrollo
Cristo y la Iglesia son modelo de los vínculos familiares. El Esposo divino sirve de modelo al marido; la Iglesia sirve de modelo a la mujer. Te invito a darle una primer lectura a éste pasaje sobre el que volveremos más profundamente la semana que viene. Es el bloque de enseñanzas sobre familias, más largo del Nuevo Testamento y antecede a la sección donde el apóstol Pablo escribirá sobre la batalla espiritual. No es casualidad. Las instrucciones específicas que el apóstol Pablo da a esposos y esposas constituyen un destello de las relaciones entre Cristo y su Iglesia: un modelo celestial para todo matrimonio terrenal. ¿Cómo debo conducirme con mi esposa? Mira a Cristo, el Esposo divino, en su relación con la Iglesia: la ama, se sacrifica por ella, está atento a sus intereses, la cuida; sé tan sensible a las necesidades de ella y a lo que la hace sufrir, como lo eres con los miembros de tu propio cuerpo. A su vez, la esposa debe preguntarse: ¿Cómo debo conducirme con mi marido? Fíjate en la Iglesia y en su relación con Cristo; respétalo, reconoce que él está llamado a ser la “cabeza” de la familia, responde positivamente a su liderazgo, escúchalo, mantente unida en propósito y en voluntad con él. Ningún marido y ninguna esposa puede hacer esto apoyándose sólo en su fuerza de voluntad o resolución, pero como eres hechura de Dios (al igual que tu matrimonio, Ef 2:8–10), el Señor te ayudará a lograrlo. Demos una primera mirada al asunto de roles matrimoniales y familiares. Anote al lado de cada cita la palabra que le parece clave en el versículo. • Ef 5:23 • 1 Co 11:3 • 1 P 3:1–7 ¿Quién piensa usted que es más demandado en éstos pasajes? La construcción de la familia, es una tarea conjunta, sin embargo, roles y responsabilidades varían de uno a otro integrante. Dios invita a la mujer a dejarse liderar por su esposo y al hombre le pide… Anote su respuesta luego de leer Efesios 5:25 Momento de orar, no pedimos familias perfectas, pues no están conformadas por personas perfectas. Pedimos familias consagradas, pues podemos ser personas consagradas.