EN FAMILIA

Los hijos de los sacerdotes

Día: 31 - Semana: 5 - Autor: Pastor Bernardo Affranchino

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Pasaje

Y las repetirás a tus hijos”. La palabra diligente significa “la entrega sincera y de todo corazón de nuestra atención a un asunto, tratándolo con suprema importancia, y procurando con certeza que sea cumplido”. Más adelante en la lectura encontramos: “…y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Deuteronomio 6:7


Oración

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Declaración

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Desarrollo

Los padres debemos asumir ser el principal instrumento de Dios en la vida de nuestros hijos. Ser sacerdotes, es una práctica que comienza en el hogar. • LOS HIJOS DEBEN APRENDER DE DIOS EN EL HOGAR El hogar es el lugar más natural para aprender acerca de Dios y de Sus caminos. Al preguntarle si tiene un hogar cristiano, puede que usted responda: “Tengo una Biblia en mi hogar; tengo placas colgadas en las paredes con versículos de la Biblia”. Pero estas cosas no hacen a un hogar cristiano. • LA INSTRUCCIÓN COMIENZA EN EL CORAZÓN DE LOS PADRES La instrucción debe comenzar en el corazón del padre. La Biblia dice en el capítulo seis de Deuteronomio, versículos cuatro al seis: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”. • ENSEÑE A SU HIJO DILIGENTEMENTE La Palabra de Dios nos enseña que cuando dedicamos a nuestros hijos a Dios, esto no se termina en el altar de la iglesia. Debemos enseñarles e inculcarles repetida y diligentemente. Hay dos detalles muy importantes que debemos saber acerca de la enseñanza de nuestros hijos. Primeramente, debemos de siempre mantenernos contentos con la oportunidad de enseñarles a ellos. A veces no es fácil hacer esto. He oído a padres decir: “Me doy por vencido. Mis hijos nunca ponen atención. Estoy cansado de tratar de enseñarles”. Dios no bendecirá esta clase de espíritu y esta manera de sentir. Hay cosas que cada padre piensa que sus hijos deben y pueden hacer, pero solo hay una cosa que debe ser nuestro mayor gozo. No importa dónde ellos estén o lo que estén haciendo en lo que concierne al mundo, una cosa debe de entusiasmar el corazón del padre cristiano más que cualquier otra cosa, y es el ver a sus hijos verdaderamente vivir en la verdad de Dios. “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”. ¿Qué quiere usted para sus hijos? Cuando los dedicamos a Dios estamos diciendo: “Quiero para ellos lo que Dios quiere para ellos”. Su deseo es que ellos caminen en la verdad. Guíelos para que conozcan a Cristo como su Salvador personal. Sea sensitivo a las oportunidades que el Señor provee para hablar a sus hijos específicamente acerca de conocer a Cristo como Salvador personal. Manténgalos fielmente asistiendo a una iglesia que enseñe y predique la Biblia. Lea la Palabra de Dios con ellos diariamente. Ayúdeles a memorizar la Palabra de Dios. Enséñeles las grandes historias de la Biblia. Ore con ellos, y por ellos. Arrodíllese junto a ellos y permita que ellos mismos dirijan en oración. Escúcheles hablar con Dios. Como padres, viva la verdad de Dios frente a ellos cada día.