EN FAMILIA
Malaquias 2:15-16
Desarrollo
El ser humano es distinto al resto de la creación. Dios dispuso que la humanidad habría de poseer Su imagen y Su semejanza. Los humanos son seres espirituales, no sólo cuerpo, sino también alma y espíritu. Son seres morales, cuya inteligencia, percepción y determinación propia exceden las de cualquier otro ser creado. Estas propiedades que posee la humanidad, y su prominencia en el orden de la creación, implican el valor intrínseco, no sólo de la familia, de la humanidad, sino también el valor individual de cada ser humano. La capacidad y la habilidad suponen una responsabilidad y una obligación. Nunca deberíamos conformarnos con vivir a un nivel más bajo del que Dios ha previsto para nuestra existencia. Antes de cerrar una semana donde nos hemos metido mucho con las relaciones hombres-mujeres, demos una mirada final al asunto de roles. Nuestra comprensión de las diferencias y similitudes entre hombres y mujeres se verá como complementarias y no compitiendo los unos contra los otros. En ocasiones llevamos una lectura de la Biblia algo sexista, pero la iglesia, debe levantarse como ejemplo de una mirada integradora y complementaria de hombres y mujeres, en una sociedad cada vez mas violenta e intolerante. Lea los siguientes versículos sobre otras mujeres líderes. Algunas de ellas dirigieron naciones, otras sencillamente dirigieron a sus familias, pero todas tenían su propio criterio y se movían con confianza en su conocimiento del Señor. Anote sus nombres y lo que cada una logró. • Números 27:1–11 • Rut 1:16, 17; • Ester 4:10–5:2; 8:4 • Proverbios 31:10–31 • Lucas 1:38; Juan 2:3–5 • Lucas 2:36–38 • Hechos 16:14, 15 • Romanos 16:1, 2 Oramos, para ser gente consagrada a Dios, que no busca mandar o imponerse sobre el otro, sino más bien agradece por tener gente cerca. La familia y la iglesia como expresión espiritual del mismo concepto, nos completan y bendicen.