FAMILIAS SÓLIDAS

CONSTRUYENDO LA CASA

Día: 15 - Semana: 3 - Autor: Pastor Bernardo Affranchino

Siguiente →


Pasaje

SE PARECE A UN HOMBRE QUE, AL CONSTRUIR UNA CASA, CAVÓ BIEN HONDO Y PUSO EL CIMIENTO SOBRE LA ROCA. DE MANERA QUE CUANDO VINO UNA INUNDACIÓN, EL TORRENTE AZOTÓ AQUELLA CASA, PERO NO PUDO NI SIQUIERA HACERLA TAMBALEAR PORQUE ESTABA BIEN CONSTRUIDA. LUCAS 6:48


Desarrollo

El amor es el cimiento, la motivación y el principio fundamental detrás de todo lo relacionado con el Reino de Dios. “Porque de tal manera amó Dios al mundo”, declaró Jesús. “El mayor de ellos es el amor”, escribió el apóstol en Gálatas. “Conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”, anunció también nuestro Salvador. Esto no es menos cierto en nuestras familias. Es más, en una cultura turbulenta plagada con el divorcio, la violencia, el maltrato, drogas, injusticia y desorden, el impacto del amor de Dios en nuestros hogares se torna indispensable si vamos a ordenar nuestros hogares de acuerdo a los mandamientos de Dios. En Juan 15:12-13 se compendian todos los deberes y lo que debe guiar la conducta de los discípulos de Jesús. De forma sencilla, esta declaración establece lo que debe ser prioritario para nosotros y la senda que hemos de seguir. 1) Nuestra prioridad es amarnos los unos a los otros. 2) Nuestra senda es amar como Cristo nos amó, “poniendo su vida”. ¿Quién puede medir este amor? Cristo dejó el confort, el gozo y la adoración del cielo y soportó el dolor de los azotes, los clavos en sus manos, la lanza que hirió su costado, la corona de espinas sobre su cabeza, todo lo cual ejemplifica la medida de Su amor. Descubrimos Su amor, vemos Su manera de amar y, al mismo tiempo, somos llamados a sobrellevar a otras personas. ¿Imposible? Sí, para la naturaleza humana; pero como nuevos templos del Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nuestros corazones, podemos pedir y recibir la gracia y el poder de amar tal como Jesús amó. Lea estos versículos fundamentales acerca del amor de Dios en nuestras vidas y anote cómo deben impactar ellos nuestra vida familiar. Juan 14.23 Romanos 8.35 Romanos 12.10 Volveremos dentro de un par de días con más conceptos acerca del amor, pero para cerrar el estudio de hoy, miremos tres aspectos del amor en el Nuevo Testamento, leyendo las tres palabras griegas que se usan allí. Cada una, brinda una arista sobre éste tema. Amor fraternal, philadelphia; De phileo, “amar” y adelphos, “hermano”. La palabra indica el amor de hermanos, el afecto fraternal. En el Nuevo Testamento el vocablo describe el amor que los cristianos sienten por otros cristianos. ¿Pedro me Amas? El término allí es phileo y se refiere a preocuparse con afecto, estimar, a alguien. Jesús le preguntó a Pedro si le tenía amor ágape. Pedro contestó con phileo, lo cual en ese momento era todo lo que él tenía para dar. Posteriormente, cuando el Espíritu Santo le hizo comprender con mayor plenitud lo que el amor significa, es decir el amor ágape, Pedro utilizó nueve veces, en sus escritos, las palabras ágape/agapao. Anote tres maneras en que Dios nos enseña a amarnos unos a otros: 1 Juan 3.16 1 Juan 3.18 Amor, ágape: Una palabra a la que el cristianismo le dio un nuevo significado. Fuera del Nuevo Testamento, raramente se usa. Ágape denota una invencible benevolencia y una irreductible buena voluntad, que siempre busca el bien de la otra persona, no importa lo que esta haga. Es el amor sacrificial que da libremente sin pedir nada a cambio y no se para a considerar el valor de su objeto. Ágape es un amor que se ofrece conscientemente, mientras philos depende de circunstancias involuntarias; tiene que ver con voluntad más que con la emoción. Agape describe el amor incondicional de Dios por el mundo. De este modo vemos que mientras el amor de Dios es fundamental en nuestros hogares, también se basa en nuestra voluntad. Los medios de comunicación masiva aprueban que las parejas que se casan entonen las palabras superficiales: “Mientras nos amemos”, suponiendo que el “amor” es una simple emoción pasajera. “Mientras dure… ¡fantástico! Pero tan pronto pase, salgo en busca de un juego mayor y mejor”. No reconocen en lo más mínimo que el verdadero amor, la clase de amor de Dios, avance más allá de la pasión al compromiso y confianza de que podemos vivir siempre juntos