Pasaje

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (Efesios 6:13)

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Desarrollo

La iglesia debe ser firme contra Satanás y sus estratagemas sabiendo que nuestra lucha no es con hombres sino contra huestes espirituales. Pablo comparó cada parte de la armadura de un soldado romano con una función espiritual. El guerrero espiritual, comienza de rodillas. Es por medio de la oración que vestirá todas las armas. * El yelmo de la salvación: Agradezca a Dios por su salvación y por ser Su hijo. Use la mente de Cristo y piense como salvo, eso es parte de la victoria. * La coraza de justicia: Simbólicamente protege su corazón y voluntad. Pida a Dios que examine su corazón. Confiese todo pecado y aprópiese de la justicia de Cristo para ser limpio de esos pecados. * El cinturón de la verdad: Mantiene la armadura unida y en su lugar. Simboliza la rectitud y la integridad ante Dios. Sea sincero, aférrese a la verdad. El cinturón cubre las entrañas, consideradas el centro de las emociones. * Los pies calzados en el apresto del evangelio de la paz: Comparta el evangelio, caminamos llevando un mensaje de paz con Dios y paz con los hombres. * La espada del espíritu: Es la Palabra de Dios. Vence a Satanás. La Biblia es la única de la armadura que arremete contra el diablo, recuerde que es viva y eficaz y penetra hasta el fondo de cualquier cosa. Satanás la conoce y debe sujetarse a ella. Conozca bien su arma. Sepa el alcance que tiene, los derechos que le da, conózcala de memoria. Ore con la Palabra. * El escudo de la FE: El escudo romano era largo, ovalado y de madera. Cuando las flechas enemigas caían sobre él, se incrustaban y se apagaban. De igual manera, los dardos del maligno se apagan en nuestra fe. Nuestra Fe vence al mundo. Que los dardos del maligno choquen con su Fe. Crea todo lo que la Biblia dice. Cada parte de la armadura, cubre un aspecto de mi vida, en el cual necesito la Presencia de Dios. Pensemos hoy una aplicación práctica para la armadura espiritual. Responda las siguiente preguntas y busque ejemplos prácticos para ilustrarlas. 1. ¿Hay batalla en mi mente? Señor te consagro mis pensamientos, pensaré como salvo. 2. ¿Hay batalla en mis sentimientos? Jesús te vuelvo a entregar mi corazón 3. ¿Hay batalla en mi identidad? Seré verdadero, una sola identidad y es Cristo 4. ¿Hay batalla en mi caminar? Me consagro a la paz. Caminaré en Jesús. Llevaré Su Palabra. 5. ¿Soy atacado? Me declaro libre por fe 6. ¿Me faltan palabras? Señor Tu palabra es mi espada, no para condenar, si para edificar.