Pasaje

Que habían llegado para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Los que eran atormentados por espíritus malignos, quedaban liberados (Lucas 6:18)

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Oración

Hoy me vuelvo a entregar a Ti. Declaro una vez más mi pacto contigo y renuncio a todo pacto antiguo, aunque haya sido hecho por un antepasado, Tú eres mi libertad.

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Declaración

¿Te animás a compartir éste tema con una persona con la cual tengas confianza?

Desarrollo

Hasta aquí, hemos visto como es esta guerra en la cual estamos involucrados, cómo es nuestro enemigo y finalmente a través de qué estrategias logra el diablo apropiarse de lo que no es suyo. Es importante recordar que el mundo ya esta bajo el maligno. (Marcos 9:40; Efesios 2:2 y 3)

El grado de compromiso, variará en función de la dimensión del pacto hecho.

Como decíamos hace unos días, hacer un pacto, es hacer una transacción, un canje. Mi vida o un área de ella, a cambio de poder o placer de lo que fuera.

Este pacto, básicamente, puede ser consciente y ese es el pacto más fuerte. La persona ofrece su vida a cambio de algo. Puede hacerse en una ceremonia o aún hay casos donde una persona ha dialogado mano a mano con un demonio. Si hay sangre presente, la atadura será aún muy fuerte. También puede ser inconsciente y ese es el tipo de pacto en el que la persona cede, sin llegar a ser cabalmente consciente de lo que hace.

Esto puede darse por una práctica constante de algún pecado, que provoque una subordinación de la voluntad, a esa práctica o una práctica ocultista de las que hablábamos ayer. Una maldición familiar hecha por un antepasado puede influir en una persona, si ésta la confirma con alguna conducta. Hay maldiciones que alcanzan hasta la tercera generación, sin opción para el descendiente.

Por todo esto, es que decimos que la liberación de todo yugo en el alma, comienza con la entrega voluntaria a Jesucristo.

No vamos a abordar el tema de técnicas de liberación pero no quiero concluir sin mencionar algunas pautas básicas que deben darse en la búsqueda de liberación:

•Confesión de Jesucristo como REY y SEÑOR sobre la Creación y su vida.

•Arrepentimiento de cualquier pecado y confesión. (1º Juan 5:1-10 y 2:1; Ezequiel 20:43)

•Pedir perdón a DIOS y perdonar en fe a cualquier persona con la cual hay rencor. (Mateo 6:14 y 15)

•Eliminación de todo odio y enemistad.

•Renuncia consciente a satanás y todo dominio sobre su vida. (Hechos 19:18)

•Quema y destrucción de todo objeto que puede ser símbolo de atadura o dominio del diablo. (Hechos 19:19)