PALABRAS DE VICTORIA

Jehová es mi pastor



Pasaje

Salmo 23 Jehová es mi pastor, nada me faltará, en lugares de delicados pastos, me hará descansar… aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno


Oración

Gracias Señor por Tu palabra, es perfecta, es rica en mi boca, es vida en mi ser.


Declaración

Señor declaro Tú pastorado sobre mi vida. Gracias por los que se esfuerzan en guiarme y gracias por las veces que yo puedo hacer lo mismo por otro, todos somos solo imitadores de Tu pastorado. Tu eres el pastor perfecto. Declaro tu provisión, nada me faltará. Guíanos en éstos días de semana santa. Declaramos sobre ese semana, bendición.

Desarrollo

Dios ve las caídas, no permite que quedemos allí. Aunque pase por valle de sombra de muerte, es decir, por un valle tenebroso, expuesto al asalto de fieras y ladrones, «no temeré mal alguno». Hay cuatro palabras que atenúan el terror: No se trata de muerte, sino de sombra de muerte (Marisa mi esposa, me enseñó hace tiempo que si hay sombra, hay luz. Corre a la luz)... En el pasar por el valle, no se perderán en el valle, sino que saldrán a salvo al monte de buenos pastos que hay al otro lado. No hay allí mal alguno para el hijo de Dios, pues ni la muerte puede separarnos del amor de Dios. El buen pastor, no sólo conduce, sino que escolta, a sus ovejas a través del valle. Su presencia las anima: «porque tú estarás conmigo. De los beneficios que la generosidad de Dios le ha concedido, infiere David la constancia y perpetuidad de las misericordias de Yahweh: Aderezarás mesa delante de mí en presencia de mis adversarios; Tú me provees de todo lo necesario para mi alma y para mi cuerpo, no sólo en el tiempo, sino por toda la eternidad: alimento conveniente, una mesa bien preparada, bien llena la copa: mi copa está rebosando, de forma que no sólo tengo para mí, sino también para mis amigos. Nada me faltará, David se ve a sí mismo, no sólo como a un huésped para un día, sino como recipiendario del pacto de Dios: de la bondad perpetua suya. Me seguirán el bien y la misericordia, dice David, me seguirán todos los días de mi vida, porque al que Dios ama, le ama hasta el final y hasta el extremo. Ciertamente será así: la bondad y la misericordia que me han seguido hasta aquí, me seguirán también en adelante hasta el final. La casa de Yahveh significa comúnmente el santuario; a veces, toda la Tierra. Un cántico de fe, un canto de victoria.