2017 CAMINANDO SOBRE LA PALABRA DEL AÑO

Día 0 - INTRODUCCION

- Semana: 1 - Autor: Pr. Bernardo Affranchino

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Pasaje

Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió. (1Crónicas 4:9-10)


Desarrollo

Muchas veces desestimamos éstos textos y los pasamos de largo sin prestarles atención. Nombres en desuso que nos resultan aburridos, desalientan equivocadamente la lectura del que busca oir la bendición de la Palabra de Dios. En medio de uno de esos textos, aparece la referencia a Jabes, llamado así por el recuerdo de su madre acerca del dolor que generó su llegada. Marcado por un nombre ingrato, sería recordado en su entorno como aquel que hizo doler.

No puedo mas que imaginar la carga que habrá sido para éste niño, que luego fue un adolescente y mas tarde un joven, recibir tal nombre.

Los años de ministerio me han enseñado que son muchas las personas marcadas para toda la vida por palabras, especialmente si fueron pronunciadas por aquellos que nos son cercanos. Imagínate que te recuerden durante toda la vida, que tu primer acción de vida, fue provocar dolor.

Los oídos se llenan de declaraciones y el alma de cargas. Cuando se crece así, se anhela que llegue el día de escuchar otra cosa.

¡Oh si me bendijeres! ¡Dios mío, déjame oir que hablas bien de mi!

El profeta Jeremías revela el corazón de Dios: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, (Jer 29:11-14)

Súmate a Jabes en éste día. Elije cual es la voz que mas anhelas escuchar que te bendice, que dice el bien de ti y en esa búsqueda, elige la voz del Dios que piensa bien acerca de tu vida y tu futuro.

Charles Spurgeon escribió hace mas de 100 años:

“¡Oh, que Tú, el Dios de Israel, el Dios del pacto, en verdad me bendijeras! La misma esencia de la oración parece descansar en esas palabras, "en verdad." Hay muchas variedades de bendición. Algunas son bendiciones sólo de hombre, gratifican nuestros deseos por un instante, pero no sanan el corazón, son simples bendiciones temporales: perecen con el uso. Aunque por un momento deleiten a los sentidos, no pueden satisfacer los más elevados anhelos del alma. Pero, "¡Oh, si en verdad me bendijeras!" Yo sé que, a quien Dios bendice, será bendecido. La cosa que es buena en sí misma, y es otorgada con la buena voluntad del dador de la vida, producirá tanta buena fortuna a quien la recibe que será estimada como una bendición "en verdad," porque nada hay comparable a ella.”

Declaramos juntos en éste día: Señor, sé que Tú hablas bien de mi. Gracias