CASA DE PAZ

"Asi tambien se ataviaban en otro tiempo..."

Día: 27 - Semana: 4 - Autor: Pr. Bernado Afranchino

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Pasaje

“Así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”. (1ra Pedro 3:5).


Desarrollo

Cuesta encontrar armonía en un hogar donde hay dos cabezas y también se ve mucho desconcierto en una casa donde no hay cabeza que dirija ese cuerpo que es la familia.

Dios estableció en su palabra un orden, un método: en el matrimonio el esposo debe ser la cabeza y la esposa debe respetarlo. Y esto será pagar el precio de que muchas veces no estén de acuerdo, y entonces habrá que hacer un alto en el camino, conversar, escucharse y a veces discutir. ¡Sí, discutir! Intercambiar opiniones para construir, con respeto. Y no temer a enfrentar el diálogo que muchas veces se torna en discusión, sino usarlo como medio para llegar al acuerdo.

¿Y si no nos ponemos de acuerdo? Bueno, a la luz de la Palabra de Dios, el esposo es la cabeza, él tiene la última palabra y yo me sujeto en amor. Y sin reproche posterior aunque me muera de ganas de decirle: “¿viste? te dije que no iba a funcionar”. No hace falta que se lo digas, él ya se dio cuenta que tenías razón” (sé sabia). Por otro lado ¿te podés imaginar la alegría que sentirían tus hijos de vivir en un hogar donde Dios, el esposo y la esposa ocupan su lugar?

Lamentablemente en muchos matrimonios este orden está alterado y sufren las consecuencias, pero Dios está siempre dispuesto a ordenar nuestras vidas.

Te desafío a que te pongas en sus manos, a que vivas de acuerdo al plan divino. No te desanimes por otros que a tu alrededor no lo hacen. Orá por ellos y confiá en que Dios premiará tu fidelidad.