CASA DE PAZ

"Cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo...

Día: 14 - Semana: 3 - Autor: Pr. Bernado Afranchino

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Pasaje

“En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo”. (Efesios 5:33).


Desarrollo

En los evangelios Jesús nos da el primer gran mandamiento: “Amarás a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales”. Este es el primer gran requisito para poder cumplir con el segundo gran mandamiento: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo”. Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos. Podemos ver entonces que el amor hacia Dios es el que capacita a los hombres a amar a los demás como Dios los ama.

Considerando la verdad de Dios de que ambos cónyuges forman parte de un sólo cuerpo, es bueno reconocer que nuestras esposas o esposos forman parte de nuestro propio cuerpo de igual modo que una mano o un pie y que si algo lo lastima o causa dolor no debemos solucionarlo con una simple amputación como si fuera algo descartable. Alguien dijo: “Uno no puede dar lo que no tiene”, es decir, hay que tener el amor de Cristo antes de dar amor incondicional a su cónyuge.

La segunda parte de Efesios 5:33 nos habla de las necesidad básica del hombre que es la de sentirse respetado por su esposa debido al rol de liderazgo puesto por Dios en él. Está en la naturaleza del hombre el conducir, por lo tanto es importante que la mujer sea sabia en conocer y cumplir con la satisfacción de dicha necesidad, reconociendo el cuidado amoroso de su esposo y respetando sus decisiones. Pero es imposible pretender que una esposa respete a un esposo que no la ama como Cristo amó a la iglesia.

Colocar todos los aspectos de su matrimonio bajo la autoridad de la Palabra de Dios y de la oración es la mejor decisión para el éxito final de su matrimonio.