PALABRAS DE VICTORIA
El poder de atar y desatar
Pasaje
De cierto os digo que todo lo que ATARES en la tierra, será ATADO en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra, será desatado en el cielo. MATEO 18:18
Oración
Señor, en todo quiero hacer Tu Voluntad. Doy gracias por el cuerpo de Cristo, con todas sus diferencias y bendigo Tu iglesia, no soy yo solo, formo parte de algo más grande que mi vida personal. Bendice mi boca, para que de ella se escuchen solo las palabras correctas.
Declaración
A partir de hoy, comenzaremos a declarar cosas que nos acompañarásn durante los siguientes días. Me declaro uno con la Iglesia de Cristo y declaro bendición sobre todo el cuerpo de Cristo en la nación. Desato bendición sobre las actividades de Semana Santa, que Dios las use para salvación. Ato la obra del infierno contra la ciudad y la iglesia. Declaro cielos abiertos sobre Adrogué para esos días y declaro buen clima, sin lluvia. Bendice a los que estarán sirviendo, protege los equipos, pon Tu mano sobre todas las cosas.
Desarrollo
Es interesante de varias formas éste pasaje. Lo primero que debemos observar, es el contexto en el que ocurre ésta enseñanza. El pasaje comienza con una discusión acerca de escalafones, advierte sobre el riesgo de hacer tropezar al otro, recuerda que no hay que dejar a nadie atrás con la parábola de oveja y en medio de las enseñanzas sobre restauración de relaciones y la parábola de los deudores, aparece ésta clave de intercesión y victoria. El versículo 18 encierra tres enseñanzas, desde mi perspectiva 1 – El peso de las declaraciones: lo que declaramos en convicción, tiene un peso de responsabilidad, ata y desata. 2 – Impacta en cielo y tierra: nuestras declaraciones hechas en la tierra, no quedan allí, tiene una trascendencia espiritual y activan la obra de Dios o desactivan las acciones demoníacas. 3 – El marco de la unidad: es imposible dejar de lado los versículos 19 y 20 al mirar el 18. La unidad, el acuerdo y el Nombre de Jesús, son el ambiente en el cual se hacen ésta declaraciones de fe. Entender la Voluntad de Dios, orar de acuerdo a ella y declarar la obra del Espíritu, al tiempo que atamos la acción del infierno. No pedimos de acuerdo a nosotros mismo, queremos ver realizada, la Voluntad de Dios.